(Datos textuales proporcionados por el Dr. Luis Pereira (M.P: 1.436), Médico Glaucomatólogo de la Fundación Visión)
El Glaucoma es una enfermedad ocular que afecta principalmente al nervio óptico, es decir el cable que conecta al ojo con el cerebro. Esta afección se desarrolla cuando comienza a elevarse la presión del ojo y esta daña progresivamente al nervio, generando una pérdida también progresiva de la visión hasta llevar a la persona a una situación de ceguera permanente, si es que no se toman los recaudos necesarios y se aplica el tratamiento correspondiente a tiempo”.
“Dicho de otro modo, la buena noticia es que la ceguera a causa del Glaucoma es totalmente prevenible, y si bien la enfermedad en sí no tiene cura, un diagnóstico oportuno puede frenar su avance, controlarla y mejorar la calidad de vida de la persona”.
“Lo llamativo de esta enfermedad es que muchas veces es “silenciosa”, es decir no muestra síntomas concretos, por lo que puede darse que la persona no tome conciencia de que su salud visual se está viendo afectada hasta que su nervio óptico ya se ha dañado marcadamente. De hecho, los pacientes que la sufren generalmente no parecen tener problemas visuales puesto que el Glaucoma comienza a afectar la parte periférica de la visión, y la persona piensa que solo necesita un cambio de lentes para mejorar”.
“Para entender mejor cómo funciona este proceso degenerativo debemos saber que el nervio óptico está conformado por miles de pequeñas fibras, las cuales van dejando de funcionar conforme al Glaucoma avanza, sin posibilidad de recuperación. Estos nervios, una vez que mueren, no pueden reponerse. Entonces, si no frenamos el proceso a tiempo llegará un momento en el que la visión se corte por completo”.
“En este marco, no es lo mismo que un paciente venga al tratamiento con un 20% de sus nervios dañados que con un 70%. Para entonces, su visión ya estará gravemente afectada y el margen de acción será menor en pos de devolverle calidad de vida”.
“Por ello insistimos siempre en la importancia que tiene la realización de un chequeo anual, independientemente de que nuestra salud visual sea excelente a nuestro entender”.
“Cuando hablamos de ceguera en general, podemos decir que a nivel mundial ésta afecta al 0,4 por ciento de la población. Dicho de otro modo, si en Paraguay viven alrededor de 7.000.000 de personas, podemos calcular que cerca de 300.000 sufren de ceguera”.
“De ese total, entre el 70 y 75 por ciento de los casos están dentro de los que llamamos ¨ceguera reversible¨, entre los que encontramos afecciones tales como Catarata, Hipertensión y otras”.
“Pero el otro 25 al 30 por ciento de casos de ceguera está causado por el Glaucoma, lo que demuestra el gran impacto que tiene esta enfermedad cuando hablamos de ceguera irreversible”.
“Si bien las causas que generan el Glaucoma son hasta el momento desconocidas y siguen siendo motivo de investigación, a lo largo de los años sí se han podido detectar factores de riesgos incrementados en personas que conforman alguno de los siguientes grupos:
“Pero tal vez uno de los factores más determinantes es el hereditario, ya que los hijos de personas diagnosticadas con Glaucoma tienen un 50% más de posibilidades de desarrollarla. En otras palabras, esta es una enfermedad claramente hereditaria”.
“Existen ciertas señales de alarma que debemos conocer para consultar al oftalmólogo ante la aparición de cualquiera de ellas. Algunas de ellas son:
“La buena noticia es que un diagnóstico temprano acrecienta marcadamente las posibilidades de mantener la enfermedad bajo control y de no perder visión en forma irreversible”.
“Existen actualmente tres tipos de tratamiento disponibles para Glaucoma. Estos son:
“En todos los casos, los tres tratamientos apuntan a un objetivo principal en común: reducir la presión ocular y mantenerla en un nivel aceptable para evitar el avance del proceso de deterioro de la fibra ocular”.