Aprovechamos el Día de la Primavera y la Juventud para ofrecerte algunos sabios consejos que pueden serte útil en esta bella etapa de la vida y que esperamos que ayuden a vivir un fe más práctica.
Aquí van:
El mundo está harto de personas que hablan sin saber de qué hablan. Sé mejor que eso.
Cuando un hijo de Dios ve que algo está mal, decide ser el cambio que quiere ver. Cuando un crítico ve que algo está mal, se va a Internet.
No necesitas tener la razón.
Dios no escuchará tus oraciones por tus méritos, sino por los de Cristo.
La voluntad de Dios no siempre es como crees que será. No metas a Dios en una caja y déjate sorprender.
Deja de perder tiempo tratando de buscar tu propósito en la vida. Ese propósito es amar a Dios y amar a las personas. Simple.
Los mejores sermones no se predican con los labios. Se predican con acciones.
Nunca arruines una disculpa con una excusa.
No necesitas la aprobación de las personas, pero no les prives de lo mejor de ti.
En vez de esperar a que Dios te revele el futuro inmediato para entonces empieza a confiar en Él, decide tener FE y lee la Palabra de Dios.
Solo hay una persona en todo el universo a la que Dios trató peor de lo que esa persona merecía… y esa persona quiso morir en una cruz.
Es lindo tener una fe ciega, pero una fe de ese tipo puede derrumbarse fácilmente. Dios quiere que lo ames con todo tu ser y toda tu MENTE, así que decide pensar fuera-de-la-caja y déjate abrumar por Su grandeza.
No tienes que estar de acuerdo con alguien para tratar a esa persona con respeto.
Las noches de insomnio son invitaciones de Dios para que meditemos en Su amor.
Preocuparse nunca solucionó algo.
El mundo está viendo cómo tratas a tus hermanos cristianos. Si quieres que las personas vean a Jesús en ti, trátalas como quieres que te traten.
No naciste para amar a las cosas y usar a las personas. Naciste para amar a las personas y usar a las cosas. (Sí, ya sé que esta frase es muy cliché y no es de mi autoría además, pero igual quiero recordártela).
Un día sin orar es un día en el que fuiste orgulloso y creíste que no necesitabas a Dios.
El sexo, el dinero y las relaciones son cosas fabulosas. Lo malo es creer que esas cosas lo son todo.
El hecho de que algo suene “bonito” y reciba aplausos, no significa que ese algo sea cierto y mucho menos que sea edificante.
La iglesia ya está HARTA de los tipos que quieren ser importantes en vez de ser útiles.
Cuando criticamos a la iglesia injustamente y con mala intención, es porque hemos dejado de formar parte de ella.
Está bien que aprendas de las personas que han logrado cosas maravillosas. Lo que está mal es que te compares con ellos.
Los héroes de la fe no sólo están en Hebreos 11. Te animo a que leas biografías cristianas y veas que Dios sigue siendo sorprendente.
Si las personas te lanzan piedras, no las lances de nuevo hacia ellas. Úsalas para construir algo.
Disfruta las cosas aparentemente pequeñas del día a día. Esas cosas también son regalos de Dios.
Ocúpate más por impactar las vidas de las personas que por impresionarlas.
Admite tus errores. Así las personas te empezaran a tomar en serio y no exagerarán tus fallas.
Cristo nos llamó a predicar Su palabra y compartir Su amor. No a hostigar a la gente ni tratar de obligarlas a creer en Él.
Jesús lo es todo y por eso los verdaderos líderes cristianos apuntan a Él. Cristo es mejor que las cosas cristianas.
Sería genial que en las congregaciones se le enseñara a la gente a pensar y cuestionar, en vez de simplemente aceptar una doctrina.
Orar permaneciendo en la palabra de Dios, de acuerdo a Su voluntad, más que pedirle cosas a Dios, consiste en estar de acuerdo con Él con respecto a los regalos que Él quiere para nosotros y ha decidido darnos.
Hay varias formas de decirle a la gente que lo que hace está mal. Recuerda escoger la que Jesús escogería.
En la vida nunca sabemos todos los pasos que tomaremos, pero con Jesús siempre sabemos cuál es el siguiente. No hay excusas. Tómalo.
Tus prioridades son las cosas que haces a diario. No las cosas que dices que haces.
Publicar cosas buenas en Internet es algo bueno, pero es mejor compartir en persona lo que Dios pone en tu corazón.
Mantente humilde, y cuando no puedas mantenerte así, mantente callado.
La sabiduría es el genial arte de saber qué cosas ignorar e ignorarlas.
Tú tienes dones que Dios te ha dado. Úsalos y persigue los sueños de Él (porque son mucho mejores que los nuestros).
Las personas que más disfrutan la vida y cambian el mundo, son personas que dejaron de ser perezosas y se levantan temprano en la mañana.
No existe la iglesia perfecta, pero no uses eso como excusa para no motivar a las personas con las que te congregas a ser mejores cada día y vivir como Dios quiere que vivan.
Juzgar injustamente a una persona no define quién es ella. Define quién eres tú.
Ser bueno en algo es 1% talento y 99% persistencia.
No te preocupes por lo que la gente piense de ti. Lo que realmente importa es lo que Dios piensa de ti.
Mientras más conozcas cuánto le costó a Dios perdonarte, más vas a amar y perdonar tú también.
Nunca pidas disculpas por ser sincero, pero no olvides pedir disculpas por ser imprudente.
Nadie ha sido feliz siendo egoísta.
Cuando vives descansando en la gracia de Dios, las primeras personas en criticarte serán las religiosas. Acostúmbrate a eso.
No desperdicies tus energías tratando de ser alguien que no eres.
Envidiar es lo que pasa cuando no tienes a Jesús.
Fuente: Josué Barrios (Blogger)
Adaptación: Prensa Radio Obedira