“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que les falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Filipenses 4:19. Mira de cerca este versículo, y nota las primeras palabras: «Dios pues suplirá». No dice, «Él podría suplir», dice, «Él suplirá todo lo que les falta». ¡Está escrito como que es un hecho e incluye todas tus necesidades! También fíjate que no dice: «Supliré todos tus deseos». Hay una gran diferencia entre las necesidades y los deseos. Como padre, ¿le das a tus hijos todo lo que ellos quieren? Espero que no. No lo haces porque los amas y tu Padre celestial te ama. Él no te dará todo lo que deseas porque si lo hiciera te volverías un hijo malcriado. Ahora, con cada promesa, hay una premisa. Hay condiciones y requisitos. Cuando Dios hace una promesa, Él dice: «Haré mi parte y tú harás tu parte». Dios ha prometido satisfacer todas tus necesidades, si cumples con algunas condiciones que te presentaremos hoy.
Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes.
2° Corintios 9:8
Dios es bueno, y como padre bueno nos da cosas buenas. Nos da lo mejor de sí mismo. Así termina Jesús su enseñanza sobre cómo orar: “¡Cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!”. O podemos ver otro versículo: «Pedid, y se os dará» (Mateo 7.7). Mira la primera palabra “pedid”. Aquí hay una buena sugerencia, antes de comprar a crédito ponlo en oración y pídelo a tu Padre. En vez de depender de tu tarjeta de crédito o el Banco depende de Dios. Dios es la fuente de provisión siempre, quizás cambien los medios que Él usa para bendecirnos; pero Él sigue siendo el proveedor y dueño de todo.
Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.
Mateo 7:7
Practica el Dar. Existe una ley universal de siembra y cosecha. Si siembro críticas, voy a cosechar críticas. Si siembro generosidad, estaré cosechando generosidad. Parece ilógico que cuando tengo una necesidad, debo dar. Pero mira este pasaje «Honra al Señor con lo que tienes y de todo lo que ganes. Así nunca te faltará comida ni bebida» (Proverbios 3.9-10). Ese es un buen consejo. Y por último, confía en Él y mantén tu Integridad: Dios quiere que seas “honrado en todos tus negocios” (Proverbios 16:11). Si quieres la bendición de Dios sobre tus finanzas, debes ser honesto. No puedes estafar, robar y mentir. Confía en Dios pues “tu Padre celestial ya conoce todas tus necesidades” (Mateo 6.32). Por ello no hace falta ser deshonesto para tener riquezas.
Sea mi corazón íntegro hacia tus decretos,
para que yo no sea avergonzado.
Salmo 119:80