«Dios cuida y protege a sus hijos, especialmente cuando estos pasan por momentos de dificultad. En el Salmo 23 –pasaje bíblico en el cual se inspiró parte de la letra– el salmista nos da un ejemplo de cómo nuestro amado padre celestial cuida de sus siervos. David Cerqueira tomó este bello pasaje en el cual Jesús estaba enseñando a sus discípulos a orar, y le convirtió en una bella canción que creo representa el clamor del corazón de nuestra generación», comenta Durán.
En relación a esta nueva adaptación al español, David Cerqueira comenta «Siempre he soñado con tener la oportunidad de llevar mi música a otros lugares fuera de Brasil. Jay y yo comenzamos a trabajar juntos cuando él me invitó a formar parte de su proyecto Extranjeros, y a partir de ese momento logramos cultivar una bella amistad que ha crecido y dado fruto que perdura. Me siento honrado de escuchar «Tormenta» en la voz de Jay –una persona que admiro y respeto– y saber que el mercado de habla hispana podrá disfrutar de la misma en su idioma natal».
Jay Durán añade: «Al escuchar por primera vez el tema, pude identificarme inmediatamente con él. Sentí como si fuera una traducción de mis últimos dos años; una temporada durante la cual experimenté la mano de Dios levantándome del fondo de un pozo y mostrándome que siempre ha estado y estará conmigo. Soy una persona que ha experimentado innumerables tormentas en mi vida. Como cantante, hago música basada en mis vivencias, siempre tratando de traducir el dolor de las mismas, y al mismo tiempo el cómo fue que las viví, siempre confiando en Dios y entregándome a su voluntad».
La producción musical y arreglos del tema estuvieron a cargo del mismo David Cerqueira junto a Jorge Junior (coautor del tema), con traducción al español a cargo de Jay Durán. Para la adaptación al español del tema, el mexicano Erick Acuña tomó el liderazgo en la grabación de voz, tratamiento, mezcla y master final. «Espero de todo corazón que este tema resuene en el corazón de la gente, como un himno de esperanza y confianza, sabiendo que Dios ha estado, está y estará con nosotros en medio de la tempestad», concluye Durán.