Es una canción que retoma el sentimiento de otras canciones del EP, como “Luna y Marea”, de que aquello que hemos estado buscamos desesperadamente, y que hasta cierto punto nos desconcierta, siempre ha estado a nuestro lado. Muchas veces pensamos que eso anhelado se encuentra en el trabajo, en el dinero, fama, redes sociales, y nos olvidamos de buscar en nuestra realidad inmediata, en lo simple, en lo que muchas veces ignoramos.
Es una invitación a disfrutar de la vida, a reflexionar sobre el valor que tiene la familia, los amigos, y cómo estas cosas, en las que se encuentra Dios, pueden ser una verdadera fuente de satisfacción para nuestras almas.